Redacción. Madrid
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha colaborado de forma muy activa en el XXVIII Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), ya que ha presentado 249 trabajos originales, 45 más que el año pasado en Estocolmo, ante los más de 30.000 profesionales que se han dado cita en París, sede de la última edición de esta reunión de referencia mundial en Cardiología. Los cardiólogos miembros de la SEC han estado presentes en 378 de las sesiones que han tenido lugar durante el congreso.
Carlos Macaya, presidente de la SEC.
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Además, la representación española en el Comité del Programa del Congreso ESC, cuya función es seleccionar los trabajos que se presentan y las sesiones que se realizan, ha sido muy destacable, ya que con cinco cardiólogos -Alonso García, Fernández Lozano, Pons-Lladó, Tornos Mas y Zamorano Gómez- ha sido el cuarto país que más representantes ha tenido, por detrás de Alemania, Francia e Italia.
“La contribución española en el Congreso ESC va aumentando año a año, lo que nos permite posicionarnos entre los países más influyentes en Cardiología”, ha destacado Carlos Macaya, presidente de la SEC, que también ha asistido al congreso y ha actuado como moderador en una de sus sesiones. “Como sociedad médica nacional conseguir un papel relevante en este encuentro es cada vez más difícil, ya que aunque se trate del congreso europeo cada vez tiene más presencia mundial; no en vano, es el congreso de Cardiología que reúne a más expertos. Por eso es tan importante para la SEC que sus miembros tomen cada vez más papel protagonista”, ha señalado Macaya.
Evolución del control de la presión arterial
Uno de los estudios que se han presentado durante el congreso ha sido el diseñado por la Sección de Hipertensión Arterial de la SEC y avalado por la Agencia de Investigación de la SEC, que tiene el objetivo de analizar la evolución en el control de la presión arterial en los últimos diez años en España. La investigación ha analizado los registros de 25.000 pacientes, y se ha podido comprobar que la prevalencia de hipertensión arterial (HTA) actual es del 30 por ciento, lo que supone un aumento del 23 por ciento en los últimos diez años, tanto en los enfermos cardiacos como en las personas que no sufren este tipo de dolencias.
El estudio también ha revelado que la prevalencia de la HTA en pacientes con insuficiencia cardíaca actual es del 90 por ciento, aumentando un 16,5 por ciento en la última década. Los pacientes que sufren de enfermedad coronaria que también padecen de HTA es del 86 por ciento (incremento del 30,1 por ciento en los últimos diez años), mientras que el porcentaje de pacientes con fibrilación auricular que padecen de hipertensión es del 88 por ciento, lo que supone un aumento del 33,2 por ciento.
El control de la presión también ha aumentado en un 26,5 por ciento, ya que hace diez años era del 40 por ciento mientras que ahora es del 55 por ciento en la población en general y en los pacientes con enfermedad establecida, el aumento ha sido de un 60 por ciento (pasando de un 20 a un 32 por ciento).
“Estos resultados son importantes porque demuestran que aunque cada vez hay más personas que padecen de hipertensión arterial, también es cada vez más elevada la conciencia preventiva de este importante factor de riesgo cardiovascular. No en vano, La hipertensión está presente en siete de cada diez enfermos cardiovasculares”, ha comentado Alberto Cordero, miembro de la SEC y del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de San Juan de Alicante.
Otro estudio presentado en el marco del congreso ha sido el realizado por el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y que ha consistido en analizar la relación entre el receptor soluble para compuestos de glicación avanzada (RAGE) y el síndrome coronario agudo. Mediante este estudio se ha comprobado que la presencia de una gran cantidad de RAGE soluble en la sangre es un pronóstico de la mala evolución hospitalaria del paciente tras haber sufrido un síndrome coronario agudo.
Los productos de glicación avanzada son moléculas circulantes por la sangre que reflejan en gran parte el estrés oxidativo al que está sometido el organismo, mediando sus efectos a través de los citados receptores (RAGE). Altas concentraciones de tales productos son dañinos para nuestros órganos, siendo considerados potenciales inductores de enfermedades tales como el alzheimer, la ateroesclerosis y trastornos degenerativos relacionados con la vejez, así como de las complicaciones micro y macrovasculares de la diabetes mellitus.
Más de 30.000 profesionales que se han dado cita en París, sede de la XXVIII edición de esta reunión de referencia mundial en Cardiología.
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“Gracias a este estudio podremos detectar en un futuro qué pacientes son de alto riesgo en el pronóstico de la evolución hospitalaria tras sufrir un síndrome coronario agudo. Se trata del primer estudio que relaciona los RAGE con el síndrome coronario agudo y esperamos que a la larga pueda ser un marcador comúnmente utilizado por los cardiólogos”, ha destacado Sergio Raposeiras, miembro de la SEC y cardiólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. “En el hospital estamos trabajando para conocer mejor la evolución y el pronóstico del síndrome coronario agudo, para ello estamos creando una base de datos coordinada por Emad Abu-Assi que recoge todos los ingresos por esta patología y que esperamos que nos ayude a tratar mejor a este tipo de pacientes”, ha añadido Raposeiras..
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